lunes, 2 de diciembre de 2013

EL SENTIMIENTO DE CULPA


Todos hemos tenido a lo largo de nuestras vidas, ciertos sentimientos de culpabilidad ya sea ante algún posible daño causado a terceros, acciones que hemos llevado a cabo, pensamientos poco acertados, etc..

Se trata de un sentimiento que generalmente las personas catalogamos como negativo debido al grado de malestar emocional que nos genera. Pero lo cierto es que depende del uso de esa emoción podemos convertirlo en un recurso para promover una mejora personal considerable. Aunque también cabe destacar, que se trata de una sensación que requiere de una reflexión previa: me he equivocado?, habré actuado bien?... y no todas las personas tienen la capacidad de reconocer su parte de responsabilidad en las acciones que llevan a cabo. Pero en el artículo que nos ocupa, vamos a centrarnos en el otro grupo más amplio de personas, aquellas que guiadas por la reflexión, permiten el error y aprenden de él.

Tal y como hemos apuntado anteriormente, cuando las personas sentimos culpa, empezamos a generar múltiples pensamientos que nos invaden, algunos con la intención de justificarnos, otros con la intención de alabar nuestra postura.... pero la empatia juega un papel fundamental en toda esta encrucijada, ya que nos permite tener en cuenta a la tercer o terceras personas que han estado involucradas, a la vez que nos permite ser más racionales. Es justo, en este momento cuando empiezan las dudas acerca de nuestro acierto.

Este fenómeno que tiene duración variable en los seres humanos, nos llena de emociones negativas, dudas, incertidumbres y nos aleja de las personas con las que antes interactuabamos. En especial, en las fechas señaladas como cumpleaños, navidades, festivos.... que generalmente se asocian a la unión y la celebración con los más allegados. Es precisamente cuando este sentimiento de culpabilidad se convierte en nostalgia y acentúa más el malestar.

También puede ocurrir que dicho sentimiento se mezcle con la rabia y el resentimiento, ensanchando así su poder, generando emociones aún más dolorosas. Ese es un error que no debemos evitar, porque la culpa mal llevada es destructiva.

Por ello, os queremos recordar que el sentimiento de Culpa a pesar de ser doloroso, esta en nuestras vidas el tiempo que nosotros deseamos que permanezca. Aprovechad estas fechas de vulnerabilidad emocional para utilizar la empatia, entender todos los puntos de vista, ofrecer perdón a aquellas personas que cometen errores y perdonaros a nosotros mismos.


        “ NO DEJES QUE TU FUTURO SEA UN REHÉN DE TU PASADO....”


Psicoespai
Centro de atención psicológica Sabadell

www.psicoespai.es

sábado, 9 de noviembre de 2013

Gente Toxica

Es probable que en algunos entornos sociales, dependiendo de las personas que te rodeen, te hayas sentido emocionalmente perturbada/o, con sensaciones negativas e incluso cansancio. Dada la situación actual tan complicada a todos los niveles, nos encontramos con personas con tendencia a etiquetar, que potencian nuestras debilidades, nos contagian de sus malas sensaciones y de alguna manera logran controlar nuestro estado de ánimo. Este tipo de personas, les solemos llamar “Gente Tóxica”.

¿Qué tienen de especial?, suelen ser personas agresivas emocionalmente, personas que te absorben la energía, que poseen unas características que te pueden resultar dañinas: suelen ser muy negativas, quejicas,  violentas, arrogantes, mentirosas, con pocos escrúpulos, autoritarios, chismoso, demasiado críticas, envidiosas, demasiado nerviosas, etc.

Pese a que hoy en día, puede resultar que en tu entorno social, haya personas que te perjudican emocionalmente, te trasmiten sentimientos insanos. Se trata de personas que no logran adaptarse  a las adversidades y por el contrario, entran en un espiral de pensamientos negativos, pesimismo extremo e irritabilidad que pueden llegar a resultar tóxicas para ti, ya que te transforman el estado de ánimo como consecuencia de su compañía. 

¿Qué tienen en común?, su “modos operandi” surge de pensamientos irracionales y/o insanos, no tienen en cuenta a la otra persona con la que se relacionan, no poseen capacidad empática para ponerse en el lugar del otro.  Por tanto serán incapaces de detectar que sus comentarios o actuaciones están perjudicando o haciendo sufrir a los demás, y si se dan cuenta quizá nos les importe. Habitualmente solo se preocupan de sí mismas. Sus formas suelen ser poco asertivas, es decir, transmiten la información sin cuidar la forma en que lo hacen: tono de la voz, tipo de palabras, etc., resultando en ocasiones comunicaciones agresivas, aunque no haya violencia.

¿Cómo detectarlos?

Convivir con este tipo de personas es muy difícil, resulta prácticamente imposible entenderse con ellos / ellas. Sus conductas enfermizas, pueden provocarte emociones muy insanas: rabia, ira, culpa,  depresión, cansancio, etc.

Detectarlos requiere práctica, pero puedes identificarlos viendo cómo actúan contigo o con los demás y las emociones que te trasmiten cuando estás a su lado y después de un encuentro con ellos/as:

·      No dejaran que expreses tu opinión o la ridiculizaran
·   Probablemente usen un tono en sus frases que resultaran impertinentes o comentarios irónicos ante tus comentarios o comportamientos
·      Usaran un tono verbal fuerte (no gritos), y autoritario
·      Intentaran que siempre se cumplan sus desees sin tener en cuenta tu opinión
·      Intentaran alejarte de tu familia y / o amistades
·    Les suele ir “bien” en la vida a costa de la victimas que acumulan, disfrutan de la vida que llevan porque logran su finalidad, manipular a los demás y estar rodeados de gente
·      Fingen ser tus amigos, minando poco a poco tu seguridad
·      Siempre creen que tienen la verdad absoluta
·      Son incapaces de discutir de forma civilizada y / o llegar a acuerdos
  
¿Cómo defenderse?

Por desgracia la única salido cuanto te encuentras con una persona toxica es alejarte de ella. Desde luego a veces es difícil, ¿qué pasa si se trata de tu jefe, y tu sueldo depende de ello? ¿Y si se trata de un familiar?, ¿o de tu pareja?

Si no podemos huir de su lado, nosotros siempre recomendamos poner las cosas en su lugar, darle la importancia justa y necesaria, es decir, colocar la actitud de esta persona respecto a mí, en el círculo que le corresponde, teniendo en cuenta que es bastante probable que haga lo que haga esta persona no cambiará, está fuera de mi área o circulo de control, y por lo tanto tengo que intentar que mi respuesta emocional sea lo más neutra posible, esto sí que está en mi área o circula de control, la respuesta que yo tengo ante la actitud de esta persona toxica. Aceptar que cada uno es como es y solo puede gobernarse a sí mismo, es quizás uno de los aprendizajes más costosos en el ser humano, ya que sin querer, tenemos tendencia a pensar que los demás deberían ser de una manera, etiquetarlos e intentar que nos entiendan..., la realidad es que el mejor camino para lograr una estabilidad emocional es llevar una buena gestión de uno mismo e intentar aceptar a los demás tal y como son. Si no podemos lograr aceptarlos y nos lastiman cada vez que los encontramos, una buena alternativa es un alejamiento temporal.


Y des de luego si te sientes incapaz de soportarlo y no puedes alejarte, busca ayuda profesional, un terapeuta te ayudara a adquirir herramientas que te permitan hacerle frente.

jueves, 22 de agosto de 2013

Durante la vida no todos son risas y flores, es habitual pasar por diversos períodos de tristeza, ¿significa eso que te encuentres en un estado depresivo?, no necesariamente. Estos períodos se suelen caracterizar por sentir emociones negativas sobre sí mismo, el mundo y el futuro, habitualmente desencadenados por factores diversos como: una mala experiencia, un suceso traumático, una interpretación cognitiva distorsionada, etc. Esto contribuye a una disminución de la actividad y de pensamientos positivos.

Actualmente, dada la situación social general, la crisis económica, el miedo al futuro, las noticias de los medios de comunicación, etc., parece que todo y todos sentimos un pesimismo mayor, digamos que estamos cargados de un poco de tristeza extra por nosotros mismo o quizás por las personas que nos importan.  Es muy común contagiarse por las emociones del entorno y en la actualidad hay una oleada de emociones negativas que nos propician unos cambios de humor variables. Pero hemos de tener en cuenta que hay cosas que se escapan a nuestro control y por lo tanto no podremos influir sobre ellas, por ejemplo: seguramente poco podremos hacer sobre la creación de empleo, pero sí que podemos actuar e intervenir sobre cómo nos afecta toda esta situación en nuestro estado de ánimo y generar nuevos recursos para modificar nuestro modo de ver las situaciones.

Está claro que si estás pasando por una situación crítica a nivel económico o a nivel de salud quizá la tristeza está más que justificada, pero es una emoción que aunque nos ayuda a madurar y evolucionar, poco más puede hacer por nosotros, así que ¡ACÉPTALA Y DEJALA PASAR!


¿Cómo la  acepto y la dejo pasar?

Aunque parezca difícil pasar la tristeza cuando te enfrentas a una situación complicada se puede conseguir, eso sí, requiere de un gran esfuerzo y gestión emocional.  Es curioso, pero las emociones negativas tienen la mala costumbre de acomodarse y quedarse una buena temporada con nosotros, por eso es tan importante aprender a invitarlas a salir, amablemente.

Todos sabemos identificar cuando nos encontramos ante la tristeza, la apatía, las pocas ganas de hacer cosas, de hablar con nadie, etc.,  éstas son señales inequívocas, así que una buena opción, seria  poder mirarte al espejo y decir  “Estoy triste, no pasa nada”.  Como hemos comentado es una emoción que nos ayuda a madurar y evolucionar, por lo tanto es necesaria para nosotros y nuestra adaptación , pero en la medida justa.


¿Entonces qué hago?

1, Identifica de donde procese esa emoción, cuál es su origen.

2, Busca posibles soluciones, busca diversas alternativas quizá la primera no funcione, no te rindas, ni te dejes vencer por los pensamientos negativos que generamos a partir d ella tristeza.

3, Si es algo que no puedo solucionar, porqué hacerlo no está en mi mano, entonces pregúntate: ¿De qué me sirve sentirme mal?, ¿Me ayuda sentirme así?, ¿Me es útil para seguir con mi vida?, etc.

4, Y finalmente, dile adiós.

A veces deshacernos de las emociones negativas es duro y complicado, si es tú caso, busca ayuda, alguien que te pueda echar una mano, si es posible un profesional especializado que te entenderá y te guiará para conseguir pasar página.


Pequeños trucos

Durante este proceso puedes probar pequeños ejercicios para decirla adiós a la tristeza como por ejemplo:

- Pensar en todas las cosas positivas que has experimentado.
- Escribir una carta de despedida a tu tristeza, diciéndole adiós y deseándole lo mejor.
- Hacer cosas que te gusten mucho.
- Evitar la oleada de pensamientos catastrofistas y distorsionados.
- Etc.


Recuerda: la tristeza y las emociones negativas en general son períodos (emociones, me gusta más que periodos) en nuestra vida que nos ayudan a adaptarnos al entorno y a evolucionar personalmente, pero han de ser temporales.  Si observas que tu mismo o alguien de tu alrededor está sufriendo durante un período de tiempo que se alarga demasiado quizá necesite un poco de ayuda.

Aquí estamos para ayudarte.


       “Buscar la felicidad es sólo otro pretexto para ser aún más infelices...



lunes, 10 de junio de 2013

LAS CRISIS DE ANSIEDAD EN LA ACTUALIDAD

Hoy en día, estamos ante una situación verdaderamente perjudicial para nuestra integridad mental y física en varios aspectos: las tasas de desempleo suben sin cesar, las familias carecen de recursos para sobrevivir saludablemente, las tensiones en el hogar, las noticias poco esperanzadoras de los medios de comunicación, el observar la necesidad en uno mismo y en los demás, etc... que generan una oleada de emociones desagradables como angustia, malestar, tensiones diarias, incertidumbre, desesperanza, alteraciones en el estado anímico, aumento de las rumiaciones, entre otras, que están generado un notable declive en la salud de la población.

Cada vez son más casos los que encontramos de personas que han llegado a “ su limite” y se sienten desorientadas y desbordadas, con niveles de ansiedad elevados que pueden generar crisis de ansiedad si no se gestiona de manera adecuada.

En las sociedades modernas, siempre se ha abusado de los términos psicológicos como estrés, depresión, paranoia, etc. sin embargo son palabras que requieren de una mención y unos conocimientos especiales. Tal y como decíamos, el aumento de los niveles tensionales ha provocado que cada vez se concentren en nuestros hospitales sujetos que presentan ataques de ansiedad repetitivos y que pese a la medicación, no logran gestionar de manera saludable dicha situación. Por ese motivo, desde Psicoespai, les vamos a explicar que son los ataques de ansiedad, sus causas y como podemos hacer para vencerlos de manera exitosa.


¿ qué es la crisis de ansiedad?

La crisis de ansiedad es una aparición temporal de miedo y malestar muy intensos, que suele alcanzar su máxima expresión en los primeros 10 minutos y va acompañada de cuatro o más de los siguientes síntomas:

  • Sudoración
  • Palpitaciones
  • Temblores
  • sensación de ahogo o falta de aire
  • Opresión o malestar torácico
  • inestabilidad, mareos o sensación de desmayo
  • sensación de irrealidad o despersonalización
  • miedo a perder el control
  • miedo a la muerte
  • cambios de temperatura corporal


¿ Porque aparece la crisis de ansiedad?

La acumulación de situaciones que percibimos como desbordantes, el exceso de preocupaciones, etc; genera unas emociones negativas que se van acumulando en nuestro organismo día a día y que requieren de un buen proceso de adaptación. Si por el contrario, nuestra vida diaria va generando momentos de estrés a través de la sobrecarga mental ( pensamientos, rumiaciones, ritmo diario, entre otras), es posible que llegue un día que ante una situación que llamaremos “detonante” por el exceso de emociones que supondrá, el organismo no aguante más la presión e inicie una crisis de ansiedad.

La respiración juega un papel fundamental en el mantenimiento de dicha crisis. Cuando estamos nerviosos, la respiración aumenta considerablemente y la musculatura torácica entra en acción y eso requiere de un desgaste energético superior. El organismo percibe que el oxigeno que entra en nuestro cuerpo no es suficiente y empieza a crear un estado de alerta, aumentando así el riesgo de hiperventilación.
Al tiempo que sucede todo este proceso físico, a nivel mental, aparecen un conjunto de pensamientos como por ejemplo: “ me voy a morir”, “ no puedo respirar”, “ que me está pasando”.... que lo único que consiguen es aumentar considerablemente los niveles de ansiedad, provocando así, un empeoramiento de la situación actual.


¿ Qué debemos hacer?

Hay dos factores decisivos para que los niveles de ansiedad se restablezcan. Uno es el plano físico y otro guarda relación con la gestión del estado mental.

A nivel físico, es importante restablecer la respiración y devolver de ese modo el oxigeno que le estamos privando al cuerpo. Para ello, podemos utilizar una técnica de respiración breve y sencilla, que consiste en respirar profundamente cogiendo aire por la nariz y expulsándolo por la boca, sin forzar, hasta sentir que ya no sale más aire por ésta. Seguidamente, hacer una pausa y retomar de nuevo la respiración hasta realizar el ejercicio 5 veces. El control de la respiración, requiere de entrenamiento diario para poder gozar de una buena salud respiratoria.

A nivel cognitivo ( mental) , es un poco más complejo el trabajo, ya que precisa de un buen conocimiento personal de tu modo de pensar y tus recursos de afrontamiento. Para ello es imprescindible, empezar a escucharte mejor, dedicar tiempo a descubrir tus puntos débiles y registrar aquellos pensamientos destructivos que generas en situaciones de alarma, para, posteriormente modificar-los por otros más funcionales. Cuando una persona, se encuentra en estado ansioso, su mente genera unos pensamientos destructivos, que puede llegar a creerse y aumentar el malestar. Es importante, aprender a discriminar los pensamientos saludables de aquellos destructivos.

Llegar a controlar la ansiedad, no es un proceso sencillo y requiere de un cambio a nivel mental y físico que es costoso de alcanzar de manera autónoma. Es cierto, que existen sustancias químicas ( como los ansiolíticos) que facilitan temporalmente, el disminuir los niveles de ansiedad, sin embargo, no son suficientes, ya que tal y como hemos comentado en el párrafo anterior, existe un componente mental muy importante que requiere ser controlado y únicamente lo puede alcanzar la persona gracias a su auto-conocimiento y auto- gestión. Por ese motivo, si te sientes identificado con el artículo expuesto no dudes en solicitar ayuda inmediata a un profesional de la conducta, como el psicólogo/a, para que te facilite las herramientas necesarias para vencer la ansiedad de manera exitosa.

El equipo de Psicoespai.
C/ Sant Joan nº4 3º 1º
Sabadell

jueves, 16 de mayo de 2013

¿Es mi hijo hiperactivo?

El Trastorno por déficit de atención con Hiperactividad (TDAH) es un trastorno de la conducta que aparece en la infancia, y que se suele diagnosticar en torno a los 7 años. En los niños que han sido diagnosticados con TDAH se observa un incremento en la actividad física, impulsividad y dificultad para mantener la atención en una actividad durante cierto período de tiempo.

Estos síntomas suelen causar serios problemas comportamentales en el ámbito académico, fracaso escolar, dificultades con su relación en el entorno, con su familia y compañeros de colegio / amigos, así como también con el profesorado.

A menudo escuchamos comentarios de algunos padres, como los siguientes:

  • No para quieto, me agota
  • No hay manera que se siente cinco minutos seguidos
  • La profesora dice que es muy movido, no presta atención en clase
  • No podemos ni salir a comer fuera, el comportamiento del niño es insoportable


Entonces, ¿Es mi hijo hiperactivo?

Podría ser, pero se requiere una evaluación exhaustiva para diagnosticarlo. Hoy en día se etiqueta a los niños “movidos” o “inquietos” como hiperactivos con mucha facilidad. Hemos de tener en cuenta que el TDAH es un trastorno serio, crónico, y que en ocasiones requiere de tratamiento farmacológico, así que hay que ser cuidadoso a la hora de diagnosticar a un niño con este trastorno.

Existen algunos cuestionarios que nos permiten descartar problemas en este sentido, como los que se pueden encontrar en los siguientes enlaces:



Si estos indican un posible problema en este sentido sera indispensable acudir a un profesional de la psicología para que realice una evaluación profunda y nos aconseje como proceder.


Cuando etiquetamos

Como comentábamos hoy en día el TDAH está en auge, es frecuente que a un niño movido, que tenga un comportamiento que no entendemos, que tenga una conducta irregular, en comparación con los niños de su edad, se le etiquete.

Hemos de evitar lo máximo posible este hecho y centrarnos en lo que realmente esta sucediendo. Cuando los niños tienen un comportamiento “irregular” puede ser la forma en que este está comunicando que algo no va bien.


¿Que sucede?

Quizá en este momento el niño no lo este pasando bien, muchos niños no saben expresar que les pasa exactamente, no saben ponerle nombre a la rabia, la tristeza, y se expresan como pueden y/o saben. Así que hemos de para atención a que sucede:

  • Problemas en el entorno inmediato del niño, es frecuente ver comportamientos de este estilo en núcleos familiares que están pasando por un proceso de separación
  • Problemas en el colegio, quizá no se siente bien con sus compañeros
  • Llamada de atención a los padres
  • Carencia de habilidades sociales o competencias básicas en la solución de problemas, etc.

Es crucial poner mucha atención al entorno, hablar con el niño/a, permitirle que se exprese, generarle un clima de confianza, ayudarle y aclararle sus dudas, entenderlo, etc.


¿Que debemos hacer?

Sea cual sea el problema del niño es muy importante acudir a un buen profesional que nos verifique o bien nos de respuestas sobre nuestras posibles dudas. En muchas ocasiones, solemos poner “ etiquetas” o intentar “ adivinar” que es lo que pasa a nuestros hijos, pero solemos equivocarnos, ya que no somos objetivos ni tampoco disponemos de los conocimientos idóneos. El profesional, tras su evaluación, nos hará un diagnóstico detallado para aclararnos de si se trata de un caso de TDAH o bien, por el contrario nos facilitará unas pautas comportamentales tanto para el niño como para la familia, que ayuden a mejorar la conducta de éste , ajustándose a las necesidades del menor y su entorno más cercano.



Paqui Martín
Isabel Verdejo
Psicologas de PsicoEspai

lunes, 8 de abril de 2013

LOS FACTORES PSICOLÓGICOS QUE DIFICULTAN LA CONCEPCIÓN


 Hoy en día, hay muchas mujeres que están atravesando momentos muy duros, debido a su enorme deseo de ser madres y el fracaso continuado de sus intentos. Algunas de ellas, recurren a distintos procesos para propiciar el milagro, tales como la inseminación artificial, que son muy costosos y no siempre logran un buen resultado.

Existen varios factores naturales que dificultan la concepción como la edad de la madre, causas genéticas, posibles alteraciones en la salud, etc. Sin embargo, en la actualidad se está dando un aumento considerable de casos donde los factores que impiden tener hijos, guardan relación con hábitos o bien con el estado emocional de los futuros progenitores.

Cuando una mujer desea quedarse embarazada, pueden empezar a surgir una serie de pensamientos negativos como: “ seré fertil?”, “ tardaré mucho tiempo”, “ y si hay algún problema”, etc, de modo que inicia un proceso de sugestión interna que dificulta considerablemente la concepción.
Los pensamientos negativos, tienden a generar rumiaciones continuadas que acaban desarrollando niveles de estrés. Son muchos los profesionales de otros ámbitos, que no comparten esta relación tan directa entre estado mental y embarazo, pero en nuestro centro son muchos los casos que sustentan esta hipótesis.

Muchas parejas asisten a terapia psicológica con sentimientos de desánimo, depresión, frustración, rabia e impotencia por no poder lograr la concepción, pese a múltiples intentos con distintos métodos médicos. Es cierto que hay casos, donde la genética les impide llegar a obtener un embarazo, sin embargo, otros casos enmascaran motivos psicológicos. Estás parejas, como comentábamos, que están atravesando por momentos muy duros, llenos de emociones insanas, tienen en común la alteración de su salud mental. En consulta, se les ayuda a gestionar sus emociones, reducir los niveles de estrés, aumentar la confianza en ellos mismos, descubrir una visión más positivista de las cosas, conocerse a fondo, etc... todos y cada uno de estos aspectos trabajados, provocan que muchas de estas parejas, consigan quedarse embarazados en sus próximos intentos, ya sea de manera natural o bien con reproducción asistida.



Desde Psicoepai, queremos recomendarles una serie de consejos que pueden facilitar esa labor:


CONSEJOS PSICOLÓGICOS PARA PROPICIAR QUEDARSE EMBARAZADA

  • Reducir los niveles de estrés del organismo, no solamente porque influyen considerablemente con la concepción, sino porque al tener niveles altos de estrés las personas tienden a abusar de substancias nocivas como alcohol o tabaco y modificar los hábitos alimentarios, que a su vez dificultan el poder quedarse embarazadas, ya que alteran significativamente la ovulación.
  • Trabajar los pensamientos negativos que puedan surgir. En las parejas nóveles son muy comunes pensamientos como: saldra bien? Me quedarse embarazada? Seré responsable? Estamos preparados?, etc... sin embargo también pueden aparecer dudas ante la idea de tener otro bebé, tales como: tendremos problemas?, se pondrá celoso el primero? Y si hay alguna complicación?, etc... estas ideas o sugestiones, tienden a generar cambios a nivel emocional que impiden el éxito en la fecundación.
  • Autoconocimietno de uno mismo. Es muy importante conocerse a uno mismo, para poder trabajar aquellos temores o aspectos que puedan estar en nuestra mente de manera continuada y nos dificultan el resultado satisfactorio.
  • Trabajar los sentimientos negativos que puedan experimentar cada uno de los padres: rabia, culpa, ira, celos, etc., ya sea por experiencias pasadas o pensamientos que uno mismo a creado y asumido como verdadero.


Cuando las parejas desean quedarse embarazadas, son conscientes que es una de las decisiones más importantes de sus vidas y por ello, suele desencadenar un conjunto de emociones y pensamientos, que si están mal gestionados pueden complicar todo el proceso. Por ello es importante que si están convencidos y estimulados a tener un bebé y notan que les resulta costoso o se demoran , no consulten únicamente un médico, sino que contemplen la posibilidad de visitar un especialista de la salud mental o psicólogo.


Si usted cree que puede, es probable que pueda. Si usted cree que no puede, seguramente no podrá. - Denis Waitley


Psicoespai
Centro de atención psicológica.

lunes, 11 de marzo de 2013

“LA ACEPTACIÓN”: una palabra de fácil pronunciación pero complicada aplicación





En la sociedad donde nos encontramos es imprescindible que llevemos una adecuada relación con los demás, ya sea en el ámbito familiar, laboral, en el entorno donde residimos, con nuestras amistades e incluso con cada miembro con el que compartimos espacio físico, ya sea desconocido o conocido, ya que nuestro día a día, cualquier ser humano puede aportar-nos algo positivo, negativo o bien dejarnos indiferentes.


Para que nuestra gestión en las relaciones humanas, sea satisfactoria es fundamental que conozcáis el término
 “ ACEPTACIÓN”.  Esta filosofía de vida , nos viene a enseñar que existen una serie de principios básicos que seria importante aplicar no solo cuando tratamos con los demás, sino también con nosotros mismos, ya que aceptarse a si mismo, ayuda a detectar mejor nuestras fortalezas y debilidades para acercarnos cada día más, si así lo deseamos, a lo que deseamos ser.

Principio 1: Como ser humano, no puedes tener una sola calificación, pero sí pueden calificarse las diferentes partes de ti, al igual que las cosas que te ocurren: este principio nos viene a decir que hemos de intentar juzgar nuestras acciones, nuestros pensamientos en base a si nos ayudan o no, pero no hemos de generalizar hasta el punto de juzgar la persona en su conjunto.

Principio 2: Como ser humano, en tu esencia está el errar y el ser único: todos los humanos somos falibles, la importancia es saber que tras cada error hay una sabia lección. Este principio a veces implica un ejercicio de perdón que es importante aplicar tanto a uno mismo como a los demás.

Principio 3: Eres igual que los otros seres humanos en términos de humanidad compartida, pero distinto en muchos aspectos concretos: todos tenemos unas habilidades concretas y una personalidad definida, por tanto es absurdo entrar en comparaciones que nos pueden llevar a tener sentimientos negativos.

Principio 4: Cuando te aceptas incondicionalmente a ti mismo/a o a los demás, piensas de manera lógica y evitas la generalización de errores.

Principio 5: La aceptación incondicional de uno/a mismo/a o de los demás está íntimamente ligada a una filosofía flexible: cuando una persona es exigente consigo misma o con los de su entorno, tiene muchas más probabilidades de llevar una vida emocionalmente insana y rígida.


Principio 6: Cuando te aceptas incondicionalmente a ti mismo/a, tus emociones son sanas y tu comportamiento es constructivo: únicamente cuando una persona acepta todas las partes de su ser de una manera saludable, es cuando está dotado de todo lo necesario para llegar donde desee.

Principio 7: Si aún quieres calificarte, juzgarte ante circunstancias que no cambian en la vida, piensa en ti como alguien que vale la pena porque eres humano, estás vivo, eres único y estás en constante cambio.

Principio 8: La aceptación incondicional de uno/a mismo/a o de los demás, fomenta la acción constructiva, no la resignación: Aceptarse no significa resignarse. La aceptación incondicional significa verse de manera mucho más compleja y flexible..Cuando nos conocemos y aceptamos,  es más probable que veamos un posible cambio y estemos más motivados para la acción.

Principio 9: Puedes aprender a aceptarte incondicionalmente (pero nunca de manera perfecta ni constante): Aunque logres tener una mayor aceptación de ti mismo, esta no será siempre perfecta, puesto que la perfección no existe.

Principio 10: Asimilar la aceptación incondicional de uno/a mismo/a es difícil e implica trabajar duramente

Prinicpio 11: Asimilar la aceptación incondicional requiere fuerza y energía: una persona ha de estar dispuesta a iniciar este camino y propiciar un cambio en su filosofía de vida.


Si lees estos principios y decides llevarlos a cabo, te darás cuenta que no es sencillo, se trata de una tarea que se lleva a cabo lentamente y con constancia. Pero que a la larga te permite gozar de una mayor calidad de vida.

Frases para reflexionar:

“El primer paso hacia el cambio es la conciencia. El segundo paso es la aceptación”. (Nathaniel Branden)
“Una vez aceptemos nuestras limitaciones, iremos mas allá de ellas.” (Albert Einstein)
Si realmente quieres mejorar significativamente la conducta de los demás, cambia las imágenes que tienes de los roles de otras personas”. (Stephen Covey)
“Hay tantas realidades como puntos de vista. “(José Ortega y Gasset)
“El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación.” (F. Nietsche)

lunes, 25 de febrero de 2013

Artículo recomendado: "CINCO CONSEJOS PARA ECHAR A PERDER TU PAREJA"



Desde Psicoespai, les recomendamos la lectura de un breve artículo  extraído de un blog educativo del profesional Jesus Jarque. Adjuntamos enlace: 

http://familiaycole.com/2013/02/24/cinco-consejos-para-echar-a-perder-tu-pareja/

Para mayor comodidad, les adjuntamos el artículo entero:


Ya he comentado en anteriores ocasiones que la vida conyugal y de pareja necesita cuidados especiales. Algunas parejas parece que se han empeñado en echar a perder su relación y siendo lo más valioso de sus vidas, parecen tomar justo el camino que les lleva a la perdición.

Aquí te propongo cinco consejos que puedes seguir si lo que quieres es arruinar tu vida de pareja.

1º. LA LISTA DE REPROCHES
Para enquistar la vida en pareja, no hay nada mejor que sacar la lista de reproches y agravios siempre que se presente la ocasión. Aquello que se dijo una vez, que se hizo o que se dejó de hacer. No importa el tiempo que haya pasado, cuanto más antiguo sea, más valioso será. ¿Quieres acabar con tu pareja? Mantén viva en tu memoria y en tu corazón la lista de reproches y a recitarla cuando puedas.

2º. LO QUE RECIBES
Si lo que quieres es minar tu vida conyugal, no dejes de pensar en lo que recibes más que en lo que das. Cuanto más egoísta seas, mejor para acabar con la pareja. ¡Ah! Y como en la lista de agravios, siempre que tengas ocasión, reprocha lo mucho que tu das y lo poco que tú recibes en esta relación.

3º. VALORACIONES ABSOLUTAS
Valoraciones del tipo “siempre” o “nunca”, son imprescindibles para destruir el amor conyugal: “mi pareja nunca me escucha, siempre me infravalora, nunca cambiará, siempre me hace sufrir…”
No existen los términos medios: o nunca o siempre; que no falte en tus valoraciones.

4º. MÉTETE EN JARDINES
Si quieres seguir poniendo en riesgo total tu vida de pareja sé atrevido e ingenuo en la relación con otras personas y métete en cualquier jardín. Convierte a otras personas en “amigos o amigas especiales” con los que puedas desahogarte y ser confidente. Coquetea si es necesario y “déjate querer” si la ocasión se presenta: sé atrevido o atrevida en intimar, echa a volar tu imaginación sobre lo que podría ocurrir y si sobrepasas líneas rojas de complicidad, no temas, sé ingenuo o ingenua y piensa que tú tienes todo el control sobre tus sentimientos… y sobre los sentimientos de los demás.

5º. AMENAZA CON SEPARARTE
Por último, pon encima de la mesa cuando sea necesario la amenaza de la separación. Que te quede claro a ti y a tu pareja que es una posibilidad que está ahí y que además, no es tan remota: que en realidad la relación pende de un hilo y que si hay que separarse… no te temblará el pulso.

Pues ya sabes, si quieres echar a perder tu vida sentimental de pareja sigue estos cinco consejos:
       sigue estos cinco consejos:
  1. Saca la lista de reproches.

  2. Piensa más en los que recibes que en lo que das.

  3. Realiza valoraciones absolutas.

  4. Métete en jardines.

  5. Amenaza con la separación.






    Un saludo,

    Psicoespai.

jueves, 14 de febrero de 2013

Bye, bye a la Negatividad


Vivimos tiempos muy difíciles y complicados, la crisis económica, la situación general, nos empuja cada más hacia una negatividad intolerante.

La negatividad, como el miedo o la ansiedad, es una de las emociones más peligrosas con la nos podemos encontrar. Ésta, nos limita, no nos deja avanzar, no nos deja ver con claridad o ser objetivos, nos empuja a retroceder, a ir hacia atrás.

El miedo y la ansiedad son emociones que nos han ayudado mucho durante nuestra evolución, gracias a ellas hemos podido detectar el peligro y prepararnos para él, aunque debemos ir con cuidado a veces vemos un tigre donde hay un gatito, es importante intentar controlarlas. Pero la negatividad no realiza este tipo de función, al contrario es fruto de unos pensamientos insanos que nos arrastran y nos limitan. Mucha veces, es fruto de  pensamientos poco realistas que nos hacen imaginar / pensar en todo lo malo que nos podría pasar, omitiendo aquellos pensamientos positivos que son los verdaderos motores de nuestro día a día.

“HAY UNA FUERZA MOTRIZ MÁS PODEROSA QUE LA ELECTRICIDAD, EL VAPOR Y LA ENERGIA ATÓMICA: LA VOLUNTAD HUMANA”.
Albert Einstein


¿Qué ocurre cuando lo vemos todo con unas gafas negativas?

Piensa en cómo te sientes cuando lo ves todo negativo. Observarás sentimientos como la  tristeza, la apatía, la ansiedad, la desesperación... en resumidas cuentas, la  Infelicidad.

Es normal que ante un revés, nos sintamos mal durante algún tiempo, pero nuestra propia condición humana nos hace seres adaptables y después de un pequeño período de “duelo” habitualmente aceptamos lo ocurrido y nos adaptamos a nuestra nueva vida. La negatividad forma parte de la no aceptación de la situación, o bien de la saturación ante una cadena de situaciones difíciles. Actualmente nos encontramos más con este segundo caso: los recortes, la falta de recursos, el paro, la corrupción, la injusticia... nos bloquean, nos llenan de emociones desagradables, conduciéndonos a una negatividad general, contagiosa, y no siempre justificada.

  “Todo esto es cierto y real, pero ¿justifica que todo lo veamos mal?”
  

Mi negatividad

Piensa en las cosas que te conducen a esta negatividad, a veces nuestros pensamientos son nuestros peores enemigos. Lo que nos hace sufrir es la valoración que hacemos de todos los acontecimientos de nuestra vida. Alguien dijo “Sufrimos mucho por lo que nos falta y gozamos poco por lo que tenemos”.


Hazte las siguientes preguntas:

¿Qué te falta?

¿Qué tienes?

Reflexiona, ¿Que te quita la Felicidad?

Realmente ¿No puedes ser feliz?


*Después de estas breves reflexiones, la pregunta es:


¿Pero cómo lo hago?

Quizá sea más sano aprender a disfrutar de lo que ya tienes, aunque sea poco, para poder ser una persona positiva.

La vida está llena de obstáculos, algunos muy elevados, pero incluso de éstos puedes aprender, aceptándolos, buscando soluciones, aprendiendo a conocerte a ti mismo y metiendo-los en la mochila que te acompaña día a día en tu paseo por la vida.

El positivismo está relacionado con la fe y la confianza en ti mismo/a.  No hay “medicamentos mágicos” que te acorten el camino hasta lograr establecer en tu vida el lado positivo de las cosas, sin embargo ayuda mucho el intentar dejar a un lado los pensamientos negativos, aislar los sentimientos de fracaso. Para ello es imprescindible que inicies un proceso de descubrimiento de ti mismo, dedica un tiempo al día a escuchar tus propios pensamientos y seguramente te darás cuenta que predominan más los negativos que los  positivos... este es el momento de cambiar! Has de aprender a substituir los pensamientos insanos por otros más adaptativos.

No es un proceso lento y no todas las personas pueden hacerlos sin ayuda externa, por eso te proponemos que primero lo intentes verdaderamente y si consideras que por ti mismo te resulta complicado, no te preocupes ni te avergüences, acéptalo y solicita ayuda.


Como diría Paulo Coelho: “Cuando menos lo esperamos, la vida nos coloca delante un desafío que pone a prueba nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio”


Francisca Martín y Isabel Verdejo
Psicólogas de PsicoEspai